avila encantadora

lunes, 23 de enero de 2012

VALORES MORALES Y VICISITUDES

Valores morales y vicisitudes de un expatriado.
Ricardo Antonio Rojas Núñez , domingo 22 de enero de 2012.

Nosotros, los que hemos emigrado, muchas veces nos toca vivir bajo condiciones diferentes y en contacto con núcleos donde los principios no están firmemente arraigados, y entonces, producto quizá del mismo instinto de conservación tendemos a relajarnos y a parecernos al medio ambiente que nos rodea. Si nos sucede debemos reflexionar profundamente ya que en la práctica nos estamos exiliando, de nuestra forma de ser, de nuestra idiosincrasia y de lo que somos en realidad.
Esto viene siendo un exilo doloroso, y sucede porque el entorno no nos deja ser la persona que realmente somos, cuando se nos está exigiendo renunciar a nuestros valores para ser aceptados, un precio demasiado alto, que no debemos pagar, ya que es preferible, incluso, aceptar la soledad.
Y hablando de valores, la base que nos han legado nuestros mayores desde pequeños y que tiene relación con la educación recibida, y no precisamente por haber pasado por connotadas universidades, sino por haber sido cobijado por el afecto y contención de una verdadera familia y por haber recibido siempre un buen ejemplo del nucleo familiar y que ha sido la base que nos ha permitido concretar nuestra vocación, desarrollarnos dentro del campo laboral y en una palabra recoger lo sembrado con esfuerzo y dedicación.
La familia es tan importante para encaminarnos como buenos ciudadanos, que sin lugar a dudas será la base y los cimientos de la la calidad de vida de la cual vamos a disponer una vez atravesada la adolescencia, la que nos dará la tenacidad, nos hará dedicados, respetuosos, solidarios, afectuosos y quien no haya recibido estos fundamentos tan importantes se enfrentará al futuro con gran desventaja, y podrá desembocar en tendencias agresivas, a salirse con facilidad del buen camino y caer en la mentira, la falsedad, la trampa, en una palabra el desprecio por el prójimo.
Sin embargo, es una gran verdad que no todos los que han recibido los beneficios de una buena educación mantienen incólumes sus valores morales de por vida, los hay quienes en la vorágine de la vida, y por ganar una posición son capaces de echar por la borda todos sus principios, y en cambio, sucede también, el caso contrario de seres que habiendo sido criados en ambientes hostiles, y sin pizca de comparaciones morales a a la vista se convierten en individuos serios, responsables, positivos, verdaderos ejemplos para la sociedad.
En la vida de todos nosotros existen esos momentos críticos, donde los principios se ven confrontados por la lucha diaria por la supervivencia, ya que es muy difícil mantenerse firme en ellos cuando el agua nos llega al cuello, y es por eso que seres que nunca imaginaron dejar su tierra, sus raíces, sus seres queridos, se ven empujados a partir, a buscar otros lugares donde conseguir paz, tranquilidad y la dignidad de disponer de un trabajo acorde a sus necesidades, que los dejen concretar sus sueños, y que les brinde la seguridad de una autentica calidad de vida.
Son muchos los que han conseguido esta seguridad en su propia tierra, otros lo han logrado en lugares lejanos y han tenido que absorber otros usos, otras costumbres, aprender otras lenguas, no existe una formula perfecta, nada es para siempre. Pero si nos respaldan verdaderos valores morales todo esto serán simples vicisitudes de la vida, pasos por los que hemos tenido que pasar, para seguir adelante, y salir reforzados en nuestras convicciones.