avila encantadora

viernes, 10 de septiembre de 2010

Diferencias de modismos.

En la última entrada hablamos de las diferencias entre personas que, teóricamente, usamos el mismo idioma, inmediatamente me vinieron a la mente algunas anécdotas sucedidas respecto al empleo de ciertos modismos, son cómicas cuando el que las escucha o las lee no ha estado involucrado en las mismas, de lo contrario se pasa un mal momento.
A las gorras de visera, y en general a todas, les llaman en Venezuela "cachuchas" y en Argentina este termino se aplica para definir groseramente al órgano sexual femenino.Estaban de luna de miel en Buenos Aires una celebre pareja de la sociedad venezolana (venezolana y argentino), de paseo por la calle Florida y visitando la famosa tienda Harrods, sitio frecuentado por toda la clase alta, se separan un momento para mirar cada uno lo que era de su interés,.Y en un momento dado la dama, en voz alta le dice a su esposo <ven, ven pronto a mirar esta cachucha>, el hombre deseó que la tierra lo tragara.
Otra: Trabajaba como dije en la anterior entrega, en una empresa donde la mano de obra venia de muchos países diferentes, esto era porque se estaban ejecutando planes de expansión industrial que así lo requerían, en 1976 la compañía importó gran número de ellos, entre los cuales: argentinos, existía entre todos un clima notable de camaradería y cordialidad, y a los foráneos nos llamaba la atención la fina hospitalidad y el don de gentes de los anfitriones; los venezolanos, una de las secretarías, oriunda del país, le ofreció a uno de los ingenieros nuevos llevarlo a su hospedaje, por supuesto lo hizo usando el clásico modismo de "te doy la colita?" (*), el susodicho al escuchar la invitación se puso colorado y no sabía que responder, ya que como se imaginaran el estaba pensando en otra cosa.
Tengo otros ejemplos, algunos muy dramáticos ocurridos a chilenos que usaban mucho, coloquialmente hablando entre hombres el hue... y la chuc.., hubo un ingeniero que venía destinado a un alto puesto en la gerencia del taller, al que como un honor le adjudicaron un puesto en una mesa donde estaba el presidente de la empresa y  su esposa, otros ejecutivos con sus respectivas señoras, y este señor que habiendose tomado unos tragos no paro en toda la noche de repetir estos modismos en la conversación, al día siguiente cuando le explicaron que esas palabras eran extremadamente groseras se quería morir.
Por eso es interesante, recién llegado a un lugar,  que antes de opinar sobre cosas que desconocemos, nos informemos primero, o callemos con prudencia.

(*) Nota: dicen por ahí que el modismo "dar la cola", o "la colita" viene dado en que antiguamente los buses, para llevar un control de los pagos, tenían un molinete en su puerta delantera que llevaba la cuenta de la cantidad de personas que ingresaban, cuando el chofer quería favorecer a alguien y hacerlo viajar sin pagar, le indicaba: "por la cola" que significaba subir por la puerta de atrás, por deformación se llegó a su uso actual.

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