Un amigo verdadero es alguien que cree en ti, aunque tú hayas dejado de creer en ti mismo.
Es muy difícil encontrar un buen amigo, más difícil todavía dejarlo, e imposible olvidarlo.
La verdadera amistad busca llegar a la perfección conservando siempre la honestidad, promueve el dialogo como un disfrute, y tiene siempre la necesidad de ser útil a ambas partes.
Para conservar un amigo hay que tener presente tres cosas:
darle su justo valor cuando esté presente, ser justo y discreto cuando esté ausente, y asistirlo siempre en la adversidad o simplemente cuando lo necesite. Como decía San Agustín "Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos".
Cada amigo representa un mundo dentro de nosotros, un mundo que tal vez no hubiera nacido, de no haberlo conocido. (Anais Nin)
El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo se sabe el valor que tiene (Socrates)
El tema de los afectos es esencial para el hombre. Somos seres incompletos, necesitamos a los demás para que nos reconozcan y brinden afecto.
Quien no tiene amigos, nada posee, ellos son el capital más grande con que pueda contar una persona, están a nuestro lado cuando más los necesitamos, y a pesar de ello son los primeros en retirarse si comprenden que no estamos de talante para compartir, ese es el milagro de la amistad, entenderse por encima de cualquier razonamiento.
Decía Martín Luther King Jr: "Al final no nos acordaremos tanto de las palabras de nuestros enemigos, sino de los silencios de nuestros amigos"
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