avila encantadora

lunes, 25 de octubre de 2010

TRABAJO PARA TODOS Y CON LOS DERECHOS QUE COSTÓ TANTO CONSEGUIR

En Latino América las diferencias entre ricos y pobres son cada vez más pronunciadas, y esta situación, lejos de mejorar, se profundiza. Hace unos años se daba por hecho que la raíz de todos los males eran las grandes fortunas oligárquicas de esos países que dominaban con sus enormes tentáculos los tres poderes y a través de ello lograban siempre sus propósitos. Luego, en algunos estados, arriban movimientos sociales cuya intención inicial era poner en marcha planes sociales que distribuyeran mejor la riqueza, lamentablemente ni unos ni otros han mejorado la situación laboral, unos por el egoísmo de tener y querer más, los otros por revanchismo, falta de gerencia y corrupción

En Argentina, por ejemplo, la corrupción campea por todos lados, funcionarios de gobierno que amasan fortunas a la vista del pueblo, amigos "del poder" que obtienen los mejores contratos, algunos de ellos dados en adjudicación directa, el gobierno financiando operaciones a través de canales irregulares, jueces afectos al grupo dirigente que favorecen la linea del gobierno, sindicatos que son usados como palanca para forzar a los empresarios a plegarse a la voluntad del gobierno, incluso en desmedro de la clase obrera, dirigentes que usan los aportes del trabajador como caja chica para sus gastos e inversiones.
Se habla aquí mucho y bien sobre mejorar el nivel educacional, pero en la practica los trabajadores están cada vez peor pagados y el nivel, estadísticamente, del país ha venido decayendo desde el año 1950, es decir que en los últimos sesenta años se hace lo contrario de lo que se dice.

El de Chile es un caso bastante particular, es de lejos, el país del continente que cuenta con mejor prensa, considerado por los medios de comunicación, por la simple lógica de las estadísticas, como "La economía que mejor se comporta de América del Sur", el problema es que esta bonanza está construida privilegiando el déficit estructural en desmedro del mejoramiento de los índices y de la calidad del empleo.
Durante el gobierno de Allende se llegó a sindicalizar el 40% de la fuerza laboral, hoy día solo están bajo ese paraguas apenas si el 10%, existe una practica antisindicalista y están en contra de toda forma de contratación colectiva, vemos a los trabajadores acosados por el fantasma de la cesantía, por lo alto de los descuentos que se les hacen para el fondo de pensión, mientras que el 80% de la empresas incumplen las leyes laborales y una porción de alrededor del 40% no realiza los aportes que sí descuenta a sus trabajadores, los puestos de trabajo son cada vez más precarios.
A pesar de que tuvieron, en la era Allende-Pinochet, una experiencia de vida que les debiera haber aportado como para no volver a cometer los mismos errores que otrora, se siguen produciendo las mismas diferencias sociales que entonces, no se recapacita, y no sería extraño que en el futuro los movimientos sociales aspiraran a la formación de otro tipo de sociedad más justa.

Uruguay, Brasil y Ecuador son países donde se viene demostrando una voluntad de cambio social, a partir de promover las inversiones mejorar las posibilidades de obtener empleo decente, construcción de viviendas, elevar el nivel de la educación, seguridad jurídica para las empresas y personas, justicia independiente. Se hace evidente que si se logra que estos países se dediquen a trabajar y a a producir sin revanchismo, sin partidismo e integrando a todos como nación, lograran la meta por todos ansiada.

Bolivia tiene la particularidad de que la clase más pobre es a su vez la que ha estado excluida de los beneficios, marginada, se trata de los indígenas que durante años han sido expoliados, el actual gobierno viene tratando de revertir esta situación, conspira en contra de sus propósitos que la economía no está muy desarrollada, que no cuenta con grandes recursos, y que la riqueza está radicada en una de las provincias que adversan el cambio: Es un país donde todo está por hacerse, donde muchisima gente vive practicamente en el limite de la miseria, muchas tareas por realizar y cambios que se realizan en forma muy lenta cuestión que pone muy nerviosos a unos y a otros y pudiera bloquear su ejecución.

Perú y Paraguay son países que presentan grandes inversiones en infraestructura, pero que a su vez muestran enormes diferencias sociales, grandes bolsones de miseria, por años y años han estado en manos de oligarquías locales que han permanecido sordas ciegas y mudas al clamor popular, que reclama por plenos derechos humanos, sociales, laborales y sindicales.

Colombia va muy bien en educación, mejor en economía, aunque de corte netamente conservador, lo cual hace que los derechos del trabajador no sean tales y que la pobreza e injusticia se reproduzca según la lógica capitalista.

Aquí tenemos una situación que en cierta forma es similar a la Argentina, tampoco hay un sindicalismo independiente, el gobierno se está construyendo uno a imagen y semejanza, estamos en medio de una política de nacionalización de empresas, lo cual ha desanimado la inversión, la gerencia estatal no ha demostrado, hasta ahora, efectividad, lo cual traerá aparejado desabastecimiento en algunos rubros, se ha visto ya una disminución en acero, aluminio  y cemento,  ahora se han producido expropiaciones que afectan a empresas que elaboran productos de primera necesidad, si no fueran tanto o más eficientes que como lo eran bajo régimen privado, veríamos escasear productos que son esenciales para el alimento del pueblo, es extraño que en otros estados de corte socialista se fomenta la creación de empleo promoviendo la actividad privada, y aquí se está desandando el camino solamente por quitarle poder a la oposición, pero perjudicando seriamente a la clase trabajadora, estamos en medio de un proceso inflacionario, se ha achicado la economía, los puestos de trabajo son cada vez más precarios y muy ligados a que sea o no el trabajador partidario.

El mejor aporte que le pueden hacer a la clase trabajadora los dirigentes sería mejorar sus condiciones de vida, no se trata de regalar, se trata obviamente de justicia social, tener un digno empleo, justamente retribuido, acceso a vivienda, educación, igualdad de trato sin distingo de clase social, política o racial, sin anteponer partidos ni colores, fomentar el trabajo, la responsabilidad, la productividad, promover y garantizar la creación de empleo, que el estado sea garante que las condiciones se cumplan, que haya un poder judicial verdaderamente independiente, con jueces imparciales.
De esta forma tendremos países orientados hacía un futuro extraordinario en lugares paradisiacos que tienen capital humano como para llegar a ello...y mucho más!! 

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